El proceso de duelo, no es un proceso de olvido, sino de aprender a recordar sin dolor.

En esta octava edición, se dialogó sobre el “duelo”. Porque consideramos que necesitamos una mayor formación, tanto para poder aceptar el sufrimiento asociado al apego derivado de una pérdida, como para entender que a la vez que la vida nos da, también nos quita. Y es precisamente esta última, la que mejor puede conducirnos al maravilloso encuentro con nuestro ser más profundo y verdadero.